Este fin de semana estuve haciendo fotos en el incendio de la Sierra de la Silla en Bullas.
Rea sábado por la tarde, cogí el equipo y me puse las botas, pare en la Venta Alegría, desde ahí ya se veía la columna de humo, compre dos botellas de agua y llene el depósito.
Llegando a Bullas aun no sabía bien por donde podría acceder al incendio. Me puse a seguir a un vehículo de los forestales, se metió por una pista de tierra, de pronto paró y me dijo que por favor no fuese detrás de ellos, seguro que tenía razón, así que les tire un par de fotos y volví al camino principal.
Es muy desagradable ver arder la naturaleza y no poder hacer nada. El viento era brutal y las llamas eran como edificios, y giraban en remolinos, eso es imposible de controlar.
Al anochecer, hablé con muchos vecinos que miraban la cara sur de la sierra que ardía por completo, se temían que sus casas se habrían quemado. Aun así me dejaron fotografiar sus lágrimas. Buena gente.
Un voluntario de protección civil de Bullas se dedicaba a ver las zonas en las que las llamas se acercaban a las casas y naves agrícolas y a insistir a los efectivos que acudiesen a sofocarlas. El hombre iba solo, utilizaba su propio coche, un Ibiza que tendría unos 20 años, los mismos que él. Serían las 10 cuando una brigada llegaba a una granja con tractores Naves y muchas ovejas. El chaval los había traído hasta ahí.
Ya eran las diez y yo tenía que mandar las fotos, le di una de las botellas de agua al chico y me fui a Bullas a mandarlas, el terminaría la noche allí, rodeado por los tres frentes del fuego. Buena gente
El domingo a primera hora me tocaba volver, supuse que las llamas habrían hecho estragos, pero afortunadamente ninguna casa se había visto afectada. Todo gracias a los diferentes héroes que habían pasado la noche luchando contra el fuego.
La UME recibirá su merecido aplauso cuando se marchen, pero no olvidemos a las brigadas forestales, guardia civil, protección civil, policía Local y otros héroes anónimos. Buena Gente